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Luis Arias Manzo, Santiago de Chile, Chile
Luis Arias Manzo, chileno, en 1973 tenía 17 años. Debió salir al exterior en marzo de 1975. Sus últimos 12 años como exiliado los vivió en Francia. Volvió a su tierra en febrero de 1991. Ya en Chile.
Es autor de tres libros: Agualuna, Mil años de Amor e Instantes. Los primeros tratan de dos encuentros místicos: Agualuna es una tarotista panameña que llega a despertar su intuición, Mil años… está dedicado a una doctora francesa que lo ha conocido en una vida anterior. En ellos, inclusivamente, va narrando parte de sus experiencias en tiempos de la dictadura de Pinochet y va revelando su propio despertar espiritual y sensitivo. El tercer libro es el relato de un viaje, por tierra, a Brasil; el tiempo sobre el bus se dilata y permite que en sus intersticios afloren recuerdos vividos 27 años antes en Argentina durante su exilio. Los personajes que se suman al viaje propician las síntesis de sus historias pasadas; se vuelven signos.
Aparece en numerosas antologías de poesía en América Latina y participa en diversos encuentros, festivales y congresos de poesía donde es invitado bien a menudo.
En Octubre 2004 dio inicio a un encuentro de poesía que llamó: OCTUBRE “Tras las Huellas del Poeta” el que se realiza anualmente en Chile y donde acuden poetas de todo e mundo.
Fue Primer Vicepresidente de la Asociación Latinoamericana De Poetas (ASOLAPO) cargo que ocupó desde mayo 2004 hasta el 14 de octubre 2005. Abandonó ese cargo para dedicarse de lleno a la fundación y desarrollo del Movimiento Poetas del Mundo (PPdM), agrupación que a la fecha (febrero 2013) cuenta con más de 8.000 poetas de los 5 continentes. Es autor del Manifiesto Universal de Poetas del Mundo, documento que ha sido traducido a 28 idiomas y que sirve de base para la consolidación del movimiento.
Es autor de tres libros: Agualuna, Mil años de Amor e Instantes. Los primeros tratan de dos encuentros místicos: Agualuna es una tarotista panameña que llega a despertar su intuición, Mil años… está dedicado a una doctora francesa que lo ha conocido en una vida anterior. En ellos, inclusivamente, va narrando parte de sus experiencias en tiempos de la dictadura de Pinochet y va revelando su propio despertar espiritual y sensitivo. El tercer libro es el relato de un viaje, por tierra, a Brasil; el tiempo sobre el bus se dilata y permite que en sus intersticios afloren recuerdos vividos 27 años antes en Argentina durante su exilio. Los personajes que se suman al viaje propician las síntesis de sus historias pasadas; se vuelven signos.
Aparece en numerosas antologías de poesía en América Latina y participa en diversos encuentros, festivales y congresos de poesía donde es invitado bien a menudo.
En Octubre 2004 dio inicio a un encuentro de poesía que llamó: OCTUBRE “Tras las Huellas del Poeta” el que se realiza anualmente en Chile y donde acuden poetas de todo e mundo.
Fue Primer Vicepresidente de la Asociación Latinoamericana De Poetas (ASOLAPO) cargo que ocupó desde mayo 2004 hasta el 14 de octubre 2005. Abandonó ese cargo para dedicarse de lleno a la fundación y desarrollo del Movimiento Poetas del Mundo (PPdM), agrupación que a la fecha (febrero 2013) cuenta con más de 8.000 poetas de los 5 continentes. Es autor del Manifiesto Universal de Poetas del Mundo, documento que ha sido traducido a 28 idiomas y que sirve de base para la consolidación del movimiento.
VILLA AMIRA, Street Ante Starčevića 33,
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LP vinyl sell from
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Ljubav kao riječ
Predanost znači ljubav. Ljubav znači iskrenost. Luis Arias Manzo iskreno i predano ljubi. Riječju. Riječ urednika Sabahudin Hadžialić 07.4.2013. |
Love as the word
Devotion means love. Love means sincerety. Luis Arias Manzo devotionally and sincerely loves. Through the words. Editor's word Sabahudin Hadžialić 07.4.2013. |
LOS CÍRCULOS VICIOSOS DE LA EXISTENCIA
Un día largo sin ti
(A mi esposa)
Hoy,
Me quedé solo,
Tan solo,
Que sentí llorar a los pájaros,
Sentí las olas del mar
Estrellarse contra las rocas
Y la tierra que bramaba
Al sentir el arado penetrar,
Hasta los pasos lejanos del labrador
Retumbaron en mis oídos,
Hoy.
Hoy,
Día largo sin ti, amor,
Porque tu voz desapareció
De mi espacio triste.
Y todo se hizo silencio,
Tanto silencio,
Que la casa se quedó muda,
Los muebles también callaron
Todo calló,
Hasta el color de los muros callaron
Hoy.
Hoy,
Se destiñeron mis recuerdos viejos
Y olvidé mi propio nombre,
Olvidé que el mundo existe
A pesar de los ruidos lejanos
Que llegaban como susurros
Perforando distancias,
Todo eso,
Porque no estabas,
Porque me quedé solo
Hoy.
Hoy,
Me pregunto,
¿Qué sería si te fueras?
¿Qué sería si te fueras para siempre?
¿Qué sería de los muebles,
De nuestra casa,
De nuestros muros
De nuestro callado espacio?
¿Qué sería de mis recuerdos Sin ti?
¿Qué sería de mí?
Mañana.
No será chispa, será incendios en mi corazón
De pronto, la noche se quedó quieta
De un suspiro profundo se durmió,
Como tú, amor mío,
Que de un sollozo inesperado
También te dormiste serena y dolorosa.
Yo,
Yo no sé dormir así;
Los pensamientos me tiritan en el oído,
Golpean mi conciencia decepcionada,
De mi mismo,
De mis torpezas taciturnas y tanto más.
El tic tac del reloj golpea también a mis adentros
Como martillazos de insomnios en la sien,
Quiero detener el tiempo y sus engranajes,
Quiero hacer eterno el minuto cuando te tengo
En mis brazos, solo yo, y tú dormida.
El tiempo,
El tiempo gira al ritmo de las galaxias
Y de tu corazón acelerado por el llanto
Que esta noche roció las sábanas tristes del lecho,
El tiempo pasa y los minutos se me escapan
Siento que la vida se me va, temprana, si.
No habrá tiempo que detenga mis ansias por ti
Ni espacios que no pueda atravesar hasta ti
Para amarte largo, profundo, eterno,
Como nunca, como siempre, como hoy,
No habrá nada que apague la chispa que hay en mí.
El fuego,
El fuego es incendios que brotan de mis poros,
Es llamaradas de sentimientos que me unen a ti,
Centelleos de amor inexplicable,
Porque el amor no se explica, sólo se siente
Por eso, el fuego es amor por ti, amor mío.
¿Hace cuanto que nací?
Amor de amores, yo dormía.
¿Hace cuanto que nací?
El tiempo cabalgó por mis llanuras vacías
Se me escapó de mis manos
Se me fue por entre los dedos
Hasta que volví a nacer junto a ti, amor mío.
¿Hace cuanto que nací?
Nací cuando volví a la vida, un día
Cuando de pronto me desperté, una noche
De un sueño largo, largo, largo…
Nací cuando volví a nacer,
Nací cuando te vi, cuando te volví a ver.
Añoranzas en la noche
Otra vez la distancia
me devora sin ti,
me aleja de la materia
y me acerca de la luz,
siempre hacia ti
como mis pensamientos
en la noche callada.
Es triste tenerte distante,
mis manos te reclaman
mis labios se secan de tristeza
cuando no estás rozando mi piel.
La cama está vasta
y fría como en inviernos
de noches de rocío,
mis piernas añoran las tuyas
mi vientre gime
mis huesos crujen
porque todo mi ser te añora.
Y todo
porque me gustas
Me gusta,
Me ata,
Me embriaga,
Este poético vaivén de sentimientos,
Para prologar emociones
Encontradas,
Y reencontradas.
Y todo,
Porque me gustas.
Me gustas como el febril calor de Febrero,
Ese que me trae sorpresas envueltas,
Y a veces ocultas,
Orientadas y entrelazadas por el nexo.
El nexo funciona,
El nexo ¿sabes?
El nexo nos unió para esta historia de recuerdos,
Memorias que hacen llorar
Y que aceran nuestro perenne combate de siglos,
Eras ensangrentadas
De marchas y cabalgatas por las llanuras de la vida.
Por eso todo es así.
El encuentro
Y el reencuentro,
En un instante,
En mil años de amor,
En Agualuna,
Todo se va y todo vuelve:
Todo es así,
Porque todo es circular.
Me gustas como el sigiloso mes de Febrero
Pero de bullicios internos que me descolocan
Y me arrastran por senderos de letras,
Situados y entretejidos por el nexo.
Me encanta,
Me liga,
Me extasía,
Este idílico enlace de impresiones,
Historia de un prólogo
Para prologar remembranzas
Con gusto de presente.
Y todo,
Porque me gustas.
Instantes, a la hora de las horas...
El tiempo se me restringe,
Y a veces me duele
Como los colores de la nada,
O del vacío, por donde navegábamos
Ocultos y protegidos en el abrigo,
Entre gotas y gotas de la gran tempestad.
Pronto es Cochabamba el lugar de la cita,
Con nostálgicos recuerdos del Che,
Marzo veintiuno,
El día del rendez-vous de los poetas,
Aquí, allá, por todas partes,
El planeta cantará
Porque es tiempo de cantar.
Mi corazón y tu corazón cantarán
Bajo las mismas notas cristalinas
Y las mismas viajantes melodías del tiempo.
Cochabamba espera mis lecturas bilingües,
Y estarás allí en plenitud
Dans “Sed/Soif” avec “Semences”
Con mi voz suplicante tratando de serte fiel,
Y estaremos unidos como nunca
En una batalla de corales y rudimentos.
Y estará “Agualuna” con sus cartas de tarot
Observando el destino del mundo,
Y también “Mil años de amor” implorante,
Con su Pachamama, la francesa de la Tierra,
Aux yeux grands ouverts comme des flambeaux
Atenta y expectante para todas las batallas,
Como tú, como yo...
Y quiero mi “Instantes” allá,
Como tú, como yo, como el Comandante,
Formando la trilogía perfecta del rendez-vous.
Santiago te espera en una carrera de relojes
Con las ilustraciones de ángeles esperando,
Y Betzabet..., a la hora de las horas,
Ella también quiere estar allí,
En la cita de los bucólicos guerreros.
Mientras tanto amor de los siglos...
Entre tanto, yo te espero,
Con ansias agudas en mi pecho,
Con la codicia de un nuevo amanecer,
Y será eso:
El fin de una carrera de versos y relojes,
Y el alba para una nueva escena.
Y me cunde la impaciencia,
Entonces, ya no puedo más,
Entonces marco tu número y aflora tu voz...
Luego, espero,
Sólo espero a que la tinta de tus latidos
Hagan de mis instantes lo imperecedero.
Cuando los doce meses se llaman febrero
Y vuelven las alas de la sonrisa,
Y mi corazón se vuelve a agitar,
Porque todo se cumple,
Porque estás,
Estás,
Estás ahí apostada como los combatientes,
Como aquellos que partieron para volver
Y para estar en ti,
En mí,
Y en nuestros locos instantes de un prólogo.
No nos detendremos nunca Cristina,
Porque febrero seguirá siendo marzo
Y en cada abril estarás como en mayo o junio.
¿Qué importa si será en Julio,
O en Agosto para nuestro París de Septiembre?
Agualuna IV
Hoy alguien conspiró
Para que tus dichos no tocaran mis labios,
Quizá el Cosmos y todo el otro Universo
No quisieron que nos interrumpiéramos,
Tal vez este vaivén de cantos cotidianos
Que despiertan cada alba,
No podía marcar una estación en nuestro tiempo de luces,
Y el vuelo de cada expedición por los espacios
Debía proseguir su curso.
¿Qué me querías decir,
Silueta encantadora que despiertas mis ansias?
¿Cuál era tu enojo,
Figura misteriosa de caminar liviano?
¿Acaso las metáforas de mi silencio violentado te dolieron?
¿O fueron mis caricias de imaginaciones de sueño
Las que te profanaron?
Pero yo solo quería darte los mil años de amor
Que aún marcan mi cara.
Esta noche tenemos nuevamente luna llena,
Así me lo dijeron,
Pero luna llena con particulares
Y extraordinarias coincidencias;
Su energía se acerca a la humanidad
Con esperanzadoras intenciones,
Para que se haga la luz más intensa que hace sesenta años
Y los hombres como yo y las mujeres como tú
Nos perforemos la mirada.
Esta noche esclarecida y transparente
Como las luces de tu mirada,
En que la distancia entre aquel cuerpo celestial
E inspirador de tantos versos,
Y la tierra sacrificada por las bestias de siempre,
Se vuelve pequeña... Tan pequeña, amada mía,
Esta noche me tragaré su luz que entra por los cristales,
Y vestido de tu imaginación,
Me bañaré con sus rayos para lavar mis órganos tristes.
Agualuna XVI
He abierto los ojos en lo más negro de la noche
Buscando una luz de tu presencia de luna,
Y he navegado por el espacio oscuro del silencio
En busca de una señal de tus palabras de sabia,
Pero no estabas, amor siniestro y dorado,
Me habías dejado esperando en mi tormento.
Ya me voy oscureciendo, lento en mi tierra,
Como un árbol seco en el desierto del pachamama,
Pero solo tú, Amor increíble y solitario,
Solo tú sabes explorar estos territorios desolados.
Ahora vengo en un galope de gaviotas mañaneras
A vengar mis deseos impacientes del otoño,
Ya espero que no tengas más excusas
Para darme los torrentes que brotan de tus poros,
Cariño mío de ritmos tropicales,
Esta vez ya no me iré solo por el cemento.
Déjame perderme en lo infinito de tu dimensión
Hasta dormirme en las entrañas quietas de la noche,
Cuando tú vienes en cantos y aromas
A despertar mis ansias y mis sentidos de amante.
Agualuna XXI
Todo se ha ido quedando en sueños destrozados,
Todo fue ilusión que murió como muere el día,
Dejadme tranquilo, yo os suplico,
Si vais a ayudar, hacedlo sin anunciarlo.
Pachamama, ven a auxiliarme,
Ven con tus carros de agua a la luz de la luna
Y ayúdame a apagar este incendio infernal
Que poco a poco me va devorando.
Ya ves, Agualuna, ya ves,
Por última vez quizás atormentado.
Llegaste anónima, taciturna, casi clandestina,
Yo era un planeador que volaba por los aires,
Me vestiste de guerrero y me diste una espada,
Yo la tomé, y ahora no sé qué hacer con ella.
Esta es noche de definiciones,
Tanto para mí, cuanto para ti, Agualuna.
Los mantos oscuros nos van envolviendo
En nuestros dones confrontados.
Yo me voy disipando temprano quizás,
Nunca más moribundo, nunca más.
Fueron bellos los sueños de luna
Cuando los rituales me desalojaban
De mi cuerpo agotado de inquietud,
Ahora el adiós se va haciendo necesario.
En el día me he ido despertando con llantos
De mis sueños nocturnos de esperanzas,
¡Oh!, Luna, no dejes de alumbrar la pachamama
Donde pronto me iré a sus entrañas a reposar.
Feliz, Agualuna, feliz,
Feliz de haber podido cantar para ti.
Pachamama V (Traducción del francés)
Soy un privilegiado del día y de la noche,
Porque por las noches tengo tu carne de perfumes
Y por los días poseo las voces de la tierra;
Tú me traes las palabras de mis jornadas
Que entre libros consumen mis horas.
Cuando llegaste con tu mirada guevariana
Penetrando fuerte y tierna mis retinas,
Mi alma fue tocada por tus caricias,
Como el viento caliente acaricia las arenas
De la pachamama rubia y norteña.
Te he llamado impaciente cuando me aquejo,
Y me he cubierto con tu pañuelo perfumado,
Para amarte otra vez, como aquella noche
Cuando entre ternuras de largas conversaciones
Hacíamos el amor y nuestros ojos trenzados.
Oh, Pachamama mía, como retener los relojes
Cuando contigo me duermo enamorado,
Y cuando toco la palma de tus manos calientes
Que me transmiten la dulzura de la tierra
Y me transportan hasta los días felices de antaño.
Dónde estás ahora que ya no me escribes?
Por qué te escondes del teclado de letras?
Perdóname si falto a mi palabra de paciencia,
Pero hay horas que destrozan mi espera
Y de pronto me vuelvo como un niño hambriento.
Pachamama IX
El silencio interrumpido por los ladridos lejanos,
En esta noche dolorosa en que invoco tu nombre,
Irrumpe intrépido en mis plegarias absolutas.
No sé si las ondas de mis pensamientos
Alcanzan los sentidos de tu mente dormida,
Pero la noche se me puso así, de repente metálica.
Veo, pero no logro discernir,
Desde esta existencia molecular
En que el átomo duele,
Y las lágrimas queman mis entrañas cansadas.
Veo los círculos de toda existencia,
Y las rotaciones en torno a lo divino,
Al núcleo, al sol, a Dios.
Todo gira, como gira el amor,
El odio es otra cosa,
Es algo extraño que sólo el hombre sabe discernir.
Estoy conversando con el centro,
Yo solo soy una partícula,
Vencible, débil y vulnerable,
Porque estoy aquí, donde te amo.
Oh!, mujer adorada y deseable,
No te resistas!
Por Dios, no te resistas!
Betzabet I
Estaba atento a las señales,
Mirando a diestra y a siniestra,
Y caminaba por un mundo sombrío,
Cuando de pronto aparecieron
Tus luceros verdosos de amor,
Ya supe que no viajaría solitario
En este planeta que se despedaza
Doloroso de terror y de terrorismo.
Tu silueta agraciada de curvas,
Tu mirada penetrante y tierna
Junto a tus palabras que me invitaban,
Me devolvieron el verbo herido,
Que en las noches de Agualuna
Me robaba la Pachamama,
Ahora mi palabra te pertenece,
Porque tú, sólo tú, habitas mi pensamiento.
Te veía venir lejana en el tiempo,
Encubierta en otros luceros claros
Que ya estaba amando apasionado,
Como amo ahora tus ojos claros de inocencia.
Los años que te llevo son mi experiencia
Que ingenua cohabita con mi desesperanza,
Déjame amarte eterno y profundo,
Como amo mi lucha cotidiana de milenios.
Romaneth VII
Sincronías de lo invisible,
Señales del más allá,
Mensajes envueltos,
Incomprensibles coincidencias,
Y todo eso, todo eso
Son ondas que traspasan
La frontera invisible...
Así se produjo nuestro re-encuentro
Amor, desde la noche de los sacrificios.
Eso es lo incomprensible para ti,
Ese lazo que no puedes discernir,
Eso es amor eterno...
Cuando los amores se callan
Y te seden el lugar
Para ti y sólo para ti,
Eso se llama: obediencia a la historia,
Obediencia a la sabiduría.
Cuando entiendas cómo funciona esta cosa,
Cómo gira el engranaje de la existencia,
Entonces, y sólo entonces,
Me amarás sin celos odiosos,
Esos odiosos celos que dañan sin razón.
Entonces, y sólo entonces,
Me amarás feliz,
Feliz como yo te amo a ti.
Es el minuto de ser grandes
Antes lo ignorábamos todo...
Y ahora que estamos en sintonía,
Ahora sé que no se trata de un sueño;
Nuestro crecimiento tiene un sentido:
Viene de lejos, viene de antaño,
Viene del primer amanecer,
Viene de cuando comenzó a latir el primer corazón.
Ahora se me acabó la inspiración,
Guerrera dorada y de luchas luminosas,
Mujer del nacimiento del día,
Y de la memoria muerta del tiempo.
La velocidad de moléculas
Tiene límites materiales,
La velocidad luminosa
Simplemente no tiene límites.
Ella puede alcanzar distancias inimaginables
Para la mente humanamente pensante,
Porque simplemente
Allí no existe la distancia,
No existe el tiempo del recorrido,
Ni menos aún, el cálculo.
Lo esencial, lo verdadero
Se juega en algunas horitas,
Es el momento...,
Es la hora...,
Es la ocasión
De ser grande,
Es la oportunidad de ser...
Los ciclos de la existencia
Nacimos con recursos naturales,
Un cuerpo potente o débil,
¿Qué más importa?
Para pasar por la vida nuestra.
Así nacemos, tú y yo, amada mía,
Así también nace el mundo.
Recursos fecundos,
Que en cada minuto nos sorprenden
Y nos dejan impávidos,
Pensativos, y aún más que eso...
El mundo surge, se ha dicho,
Del Big-Bang, y se sigue diciendo.
Nacimos violentos, y ya llorando,
Con el grito desgarrador de la madre,
Y morimos silenciosos,
Cuando la llama material de la vida se apaga.
¡Violento, tan violento!
Como la gran explosión de antaño.
Esa explosión de millones de siglos
Que violenta estremeció al espacio,
Incalculable por nuestra pequeñez;
Sólo fue un chispazo en el tiempo.
Porque el tiempo no tuvo inicio,
Y tampoco tendrá final.
Por eso digo con ganas de gritar:
El tiempo, el tiempo amada mía,
El tiempo solo existe en el tiempo,
Porque el tiempo sólo es ilusión y ensueño.
Así morimos, tú y yo, amada mía,
Así también el mundo rencarna.
Así nacemos, tú y yo, amada mía,
Así también el mundo rencarna.
Y cuando el tiempo gime y se agota,
Es cuando el eje gastado se rompe,
Y yo dejo de girar en tu búsqueda,
Es allí cuando me muero para no volver nunca más.
Es entonces que con la nueva explosión,
Nace el nuevo ciclo de una nueva existencia.
Y volvemos a nacer, amada mía,
Y el mundo vuelve a encarnar.
La estadía dura una chispa
Yo, materialista orgulloso,
Testarudo y fanático,
Me desangro en esto,
En este feliz descubrimiento
De tu existencia lejana,
Y de tu presencia repetida,
Mil veces encarnada,
Mil veces en esta vida,
En este ciclo carnal y humano,
Y después, como una chispa,
Nos vamos diluidos en el tiempo,
En el tiempo que no existe,
En el tiempo que solo es ilusión.
Sólo somos eso;
Una chispa fugaz
Que se prende repentina
Y se apaga feroz.
Pero que, en nuestra realidad,
Dura una vida,
Una existencia molecular
De sentimientos y de dolor,
De amor y de odio,
De ira y guerrear eterno
Eterno, feliz y triste.
Triste y hambriento de paz,
De paz y de batallares,
De batallas interminables
Por las colinas ensangrentadas
Por donde cabalgaba detrás de ti,
Amor que te diluyes en mi espera.
Por eso, amor mío,
Déjame amarte ahora y aquí,
Mientras estoy envuelto en carnes,
Con condiciones para hacerte el amor.
El tiempo no existe
La vida es un pasaje
Entre tantos otros.
La vida es corta,
Se dice. Pero es larga también.
El tiempo no existe,
El tiempo es neutro,
El tiempo puede esperar.
Así es la vida,
Queridos amigos,
Y cuesta cabalgar en ella,
Cuesta, pero vale la pena.
El tiempo es como un relámpago,
Está y se va, fugaz como la amo.
Cómo la amo ahora y aquí.
El tiempo, el tiempo no lastima,
Me mata y se burla de mí.
Allá el tiempo no existe,
Es por eso que dicen,
Tenemos todo el tiempo.
El tiempo es como el infinito;
No tiene límites ni fronteras,
Ni nada que duela,
Ni que lastime.
Aquí el tiempo es oro,
Aquí el tiempo vale y cuesta,
Aquí el tiempo tiene sustancia,
Por eso es que le pusieron precio.
De la materia nació el espíritu
Esto hizo lo otro
Y no lo otro hizo esto.
Fue un circular de cosas
Lo que creó el mundo invisible,
Todo nació de la materia,
En ella está la génesis
De la existencia total.
Este lado creó al otro lado,
Pero el otro lado está inmune
De las perversiones carnales.
Por eso, es que toma fuerza,
Y nos volvemos débiles y devotos.
Ustedes me ayudan en este peregrinar de cosas,
Y están allí, atentos y vigilantes
Y ponen en mi senda la felicidad
El gusto y el Amor,
El Amor que me hace grande.
¿Qué fue primero?
¿El átomo o la luz invisible?
¿Qué creó primero la existencia?
¿La materia o la divinidad?
No hay duda alguna;
De la materia surgió la energía
Que hoy dirige el universo.
Juanito, el guerrero silencioso
el periplo te llevó allá donde querías llegar
y te faltó camino para seguir caminando
a cada paso tuyo
yo te seguía en silencio
y el crujir de las piedras
alertaban mis sentidos.
querías devorar las distancias
y aprendiste a esperar
era la sabiduría del guerrero
la que se imponía ante el temblor de tus manos.
el sosiego fue tu arma,
la luz de tus ojos
alumbraron los senderos
por donde tenías que pasar
el cielo se estremecía
al verte transitar.
la distancia entre tú y yo
¿qué fue la distancia entre tú y yo?
espejismos en el horizonte
combatientes que jineteaban la esperanza
y círculos de tiempo en el espacio
que giraron en versos.
Los círculos viciosos de la existencia
Todo gira, y también giramos nosotros,
Como giran las estrellas,
Y la luna vestida de azul,
Y mi alma un poco desahuciada,
Por ti mi amor, por ti,
Y por la vida de mi alma,
Y por la muerte de mi cuerpo.
Todo gira constante y regular,
Como giras tú mi amor,
En este ir y venir, perenne,
En que me punza cuando estoy aquí.
Todo gira, como gira la ciudad,
Con sus hambrientos en las esquinas
Y los hombres de negocios que giran,
Y las prostitutas que buscan girando,
Como yo, Amor, como yo,
Que te busco atolondradamente rodando,
Y no te puedo encontrar.
Todo gira, como los electrones de mis átomos,
Cuando iracundo voy en tu búsqueda, Amor,
Para materialmente amarte. ¿Sabes?
Pues mi mente hace un alto en la espera.
Todo gira, como las ruedas del bus,
Que implacable rodaban robándome tiempo,
Cuando sólo podía amarte, largo y profundo.
Todo gira, como giraban las gotas de mi sudor,
Y la rueda solitaria de mi carretilla,
Cuando inserto allá arriba rodaba,
Rodaba ignorante de tu existencia lejana.
Así también giran las cosas al otro lado,
Porque todo es círculo y circular,
Como el cosmos y el átomo,
Como mi alma y tu alma, Amor.
Las cosas giran como gira la historia;
El nacimiento surge de un círculo indescriptible,
Y el renacimiento mana de una gran rueda
Cuando agotada deja de girar.
Entonces, naces tú y nazco yo, enamorados ya.
Y nos vamos por la vida, lejanos,
Pero, en la rodoviaria nos volvemos a encontrar.
Y así, eternamente, perpetuamente,
Todo, como tú, y, como yo, amor
Todo se reencuentra, todo se va,
Y todo vuelve, así, en un instante todo retorna.
Un día largo sin ti
(A mi esposa)
Hoy,
Me quedé solo,
Tan solo,
Que sentí llorar a los pájaros,
Sentí las olas del mar
Estrellarse contra las rocas
Y la tierra que bramaba
Al sentir el arado penetrar,
Hasta los pasos lejanos del labrador
Retumbaron en mis oídos,
Hoy.
Hoy,
Día largo sin ti, amor,
Porque tu voz desapareció
De mi espacio triste.
Y todo se hizo silencio,
Tanto silencio,
Que la casa se quedó muda,
Los muebles también callaron
Todo calló,
Hasta el color de los muros callaron
Hoy.
Hoy,
Se destiñeron mis recuerdos viejos
Y olvidé mi propio nombre,
Olvidé que el mundo existe
A pesar de los ruidos lejanos
Que llegaban como susurros
Perforando distancias,
Todo eso,
Porque no estabas,
Porque me quedé solo
Hoy.
Hoy,
Me pregunto,
¿Qué sería si te fueras?
¿Qué sería si te fueras para siempre?
¿Qué sería de los muebles,
De nuestra casa,
De nuestros muros
De nuestro callado espacio?
¿Qué sería de mis recuerdos Sin ti?
¿Qué sería de mí?
Mañana.
No será chispa, será incendios en mi corazón
De pronto, la noche se quedó quieta
De un suspiro profundo se durmió,
Como tú, amor mío,
Que de un sollozo inesperado
También te dormiste serena y dolorosa.
Yo,
Yo no sé dormir así;
Los pensamientos me tiritan en el oído,
Golpean mi conciencia decepcionada,
De mi mismo,
De mis torpezas taciturnas y tanto más.
El tic tac del reloj golpea también a mis adentros
Como martillazos de insomnios en la sien,
Quiero detener el tiempo y sus engranajes,
Quiero hacer eterno el minuto cuando te tengo
En mis brazos, solo yo, y tú dormida.
El tiempo,
El tiempo gira al ritmo de las galaxias
Y de tu corazón acelerado por el llanto
Que esta noche roció las sábanas tristes del lecho,
El tiempo pasa y los minutos se me escapan
Siento que la vida se me va, temprana, si.
No habrá tiempo que detenga mis ansias por ti
Ni espacios que no pueda atravesar hasta ti
Para amarte largo, profundo, eterno,
Como nunca, como siempre, como hoy,
No habrá nada que apague la chispa que hay en mí.
El fuego,
El fuego es incendios que brotan de mis poros,
Es llamaradas de sentimientos que me unen a ti,
Centelleos de amor inexplicable,
Porque el amor no se explica, sólo se siente
Por eso, el fuego es amor por ti, amor mío.
¿Hace cuanto que nací?
Amor de amores, yo dormía.
¿Hace cuanto que nací?
El tiempo cabalgó por mis llanuras vacías
Se me escapó de mis manos
Se me fue por entre los dedos
Hasta que volví a nacer junto a ti, amor mío.
¿Hace cuanto que nací?
Nací cuando volví a la vida, un día
Cuando de pronto me desperté, una noche
De un sueño largo, largo, largo…
Nací cuando volví a nacer,
Nací cuando te vi, cuando te volví a ver.
Añoranzas en la noche
Otra vez la distancia
me devora sin ti,
me aleja de la materia
y me acerca de la luz,
siempre hacia ti
como mis pensamientos
en la noche callada.
Es triste tenerte distante,
mis manos te reclaman
mis labios se secan de tristeza
cuando no estás rozando mi piel.
La cama está vasta
y fría como en inviernos
de noches de rocío,
mis piernas añoran las tuyas
mi vientre gime
mis huesos crujen
porque todo mi ser te añora.
Y todo
porque me gustas
Me gusta,
Me ata,
Me embriaga,
Este poético vaivén de sentimientos,
Para prologar emociones
Encontradas,
Y reencontradas.
Y todo,
Porque me gustas.
Me gustas como el febril calor de Febrero,
Ese que me trae sorpresas envueltas,
Y a veces ocultas,
Orientadas y entrelazadas por el nexo.
El nexo funciona,
El nexo ¿sabes?
El nexo nos unió para esta historia de recuerdos,
Memorias que hacen llorar
Y que aceran nuestro perenne combate de siglos,
Eras ensangrentadas
De marchas y cabalgatas por las llanuras de la vida.
Por eso todo es así.
El encuentro
Y el reencuentro,
En un instante,
En mil años de amor,
En Agualuna,
Todo se va y todo vuelve:
Todo es así,
Porque todo es circular.
Me gustas como el sigiloso mes de Febrero
Pero de bullicios internos que me descolocan
Y me arrastran por senderos de letras,
Situados y entretejidos por el nexo.
Me encanta,
Me liga,
Me extasía,
Este idílico enlace de impresiones,
Historia de un prólogo
Para prologar remembranzas
Con gusto de presente.
Y todo,
Porque me gustas.
Instantes, a la hora de las horas...
El tiempo se me restringe,
Y a veces me duele
Como los colores de la nada,
O del vacío, por donde navegábamos
Ocultos y protegidos en el abrigo,
Entre gotas y gotas de la gran tempestad.
Pronto es Cochabamba el lugar de la cita,
Con nostálgicos recuerdos del Che,
Marzo veintiuno,
El día del rendez-vous de los poetas,
Aquí, allá, por todas partes,
El planeta cantará
Porque es tiempo de cantar.
Mi corazón y tu corazón cantarán
Bajo las mismas notas cristalinas
Y las mismas viajantes melodías del tiempo.
Cochabamba espera mis lecturas bilingües,
Y estarás allí en plenitud
Dans “Sed/Soif” avec “Semences”
Con mi voz suplicante tratando de serte fiel,
Y estaremos unidos como nunca
En una batalla de corales y rudimentos.
Y estará “Agualuna” con sus cartas de tarot
Observando el destino del mundo,
Y también “Mil años de amor” implorante,
Con su Pachamama, la francesa de la Tierra,
Aux yeux grands ouverts comme des flambeaux
Atenta y expectante para todas las batallas,
Como tú, como yo...
Y quiero mi “Instantes” allá,
Como tú, como yo, como el Comandante,
Formando la trilogía perfecta del rendez-vous.
Santiago te espera en una carrera de relojes
Con las ilustraciones de ángeles esperando,
Y Betzabet..., a la hora de las horas,
Ella también quiere estar allí,
En la cita de los bucólicos guerreros.
Mientras tanto amor de los siglos...
Entre tanto, yo te espero,
Con ansias agudas en mi pecho,
Con la codicia de un nuevo amanecer,
Y será eso:
El fin de una carrera de versos y relojes,
Y el alba para una nueva escena.
Y me cunde la impaciencia,
Entonces, ya no puedo más,
Entonces marco tu número y aflora tu voz...
Luego, espero,
Sólo espero a que la tinta de tus latidos
Hagan de mis instantes lo imperecedero.
Cuando los doce meses se llaman febrero
Y vuelven las alas de la sonrisa,
Y mi corazón se vuelve a agitar,
Porque todo se cumple,
Porque estás,
Estás,
Estás ahí apostada como los combatientes,
Como aquellos que partieron para volver
Y para estar en ti,
En mí,
Y en nuestros locos instantes de un prólogo.
No nos detendremos nunca Cristina,
Porque febrero seguirá siendo marzo
Y en cada abril estarás como en mayo o junio.
¿Qué importa si será en Julio,
O en Agosto para nuestro París de Septiembre?
Agualuna IV
Hoy alguien conspiró
Para que tus dichos no tocaran mis labios,
Quizá el Cosmos y todo el otro Universo
No quisieron que nos interrumpiéramos,
Tal vez este vaivén de cantos cotidianos
Que despiertan cada alba,
No podía marcar una estación en nuestro tiempo de luces,
Y el vuelo de cada expedición por los espacios
Debía proseguir su curso.
¿Qué me querías decir,
Silueta encantadora que despiertas mis ansias?
¿Cuál era tu enojo,
Figura misteriosa de caminar liviano?
¿Acaso las metáforas de mi silencio violentado te dolieron?
¿O fueron mis caricias de imaginaciones de sueño
Las que te profanaron?
Pero yo solo quería darte los mil años de amor
Que aún marcan mi cara.
Esta noche tenemos nuevamente luna llena,
Así me lo dijeron,
Pero luna llena con particulares
Y extraordinarias coincidencias;
Su energía se acerca a la humanidad
Con esperanzadoras intenciones,
Para que se haga la luz más intensa que hace sesenta años
Y los hombres como yo y las mujeres como tú
Nos perforemos la mirada.
Esta noche esclarecida y transparente
Como las luces de tu mirada,
En que la distancia entre aquel cuerpo celestial
E inspirador de tantos versos,
Y la tierra sacrificada por las bestias de siempre,
Se vuelve pequeña... Tan pequeña, amada mía,
Esta noche me tragaré su luz que entra por los cristales,
Y vestido de tu imaginación,
Me bañaré con sus rayos para lavar mis órganos tristes.
Agualuna XVI
He abierto los ojos en lo más negro de la noche
Buscando una luz de tu presencia de luna,
Y he navegado por el espacio oscuro del silencio
En busca de una señal de tus palabras de sabia,
Pero no estabas, amor siniestro y dorado,
Me habías dejado esperando en mi tormento.
Ya me voy oscureciendo, lento en mi tierra,
Como un árbol seco en el desierto del pachamama,
Pero solo tú, Amor increíble y solitario,
Solo tú sabes explorar estos territorios desolados.
Ahora vengo en un galope de gaviotas mañaneras
A vengar mis deseos impacientes del otoño,
Ya espero que no tengas más excusas
Para darme los torrentes que brotan de tus poros,
Cariño mío de ritmos tropicales,
Esta vez ya no me iré solo por el cemento.
Déjame perderme en lo infinito de tu dimensión
Hasta dormirme en las entrañas quietas de la noche,
Cuando tú vienes en cantos y aromas
A despertar mis ansias y mis sentidos de amante.
Agualuna XXI
Todo se ha ido quedando en sueños destrozados,
Todo fue ilusión que murió como muere el día,
Dejadme tranquilo, yo os suplico,
Si vais a ayudar, hacedlo sin anunciarlo.
Pachamama, ven a auxiliarme,
Ven con tus carros de agua a la luz de la luna
Y ayúdame a apagar este incendio infernal
Que poco a poco me va devorando.
Ya ves, Agualuna, ya ves,
Por última vez quizás atormentado.
Llegaste anónima, taciturna, casi clandestina,
Yo era un planeador que volaba por los aires,
Me vestiste de guerrero y me diste una espada,
Yo la tomé, y ahora no sé qué hacer con ella.
Esta es noche de definiciones,
Tanto para mí, cuanto para ti, Agualuna.
Los mantos oscuros nos van envolviendo
En nuestros dones confrontados.
Yo me voy disipando temprano quizás,
Nunca más moribundo, nunca más.
Fueron bellos los sueños de luna
Cuando los rituales me desalojaban
De mi cuerpo agotado de inquietud,
Ahora el adiós se va haciendo necesario.
En el día me he ido despertando con llantos
De mis sueños nocturnos de esperanzas,
¡Oh!, Luna, no dejes de alumbrar la pachamama
Donde pronto me iré a sus entrañas a reposar.
Feliz, Agualuna, feliz,
Feliz de haber podido cantar para ti.
Pachamama V (Traducción del francés)
Soy un privilegiado del día y de la noche,
Porque por las noches tengo tu carne de perfumes
Y por los días poseo las voces de la tierra;
Tú me traes las palabras de mis jornadas
Que entre libros consumen mis horas.
Cuando llegaste con tu mirada guevariana
Penetrando fuerte y tierna mis retinas,
Mi alma fue tocada por tus caricias,
Como el viento caliente acaricia las arenas
De la pachamama rubia y norteña.
Te he llamado impaciente cuando me aquejo,
Y me he cubierto con tu pañuelo perfumado,
Para amarte otra vez, como aquella noche
Cuando entre ternuras de largas conversaciones
Hacíamos el amor y nuestros ojos trenzados.
Oh, Pachamama mía, como retener los relojes
Cuando contigo me duermo enamorado,
Y cuando toco la palma de tus manos calientes
Que me transmiten la dulzura de la tierra
Y me transportan hasta los días felices de antaño.
Dónde estás ahora que ya no me escribes?
Por qué te escondes del teclado de letras?
Perdóname si falto a mi palabra de paciencia,
Pero hay horas que destrozan mi espera
Y de pronto me vuelvo como un niño hambriento.
Pachamama IX
El silencio interrumpido por los ladridos lejanos,
En esta noche dolorosa en que invoco tu nombre,
Irrumpe intrépido en mis plegarias absolutas.
No sé si las ondas de mis pensamientos
Alcanzan los sentidos de tu mente dormida,
Pero la noche se me puso así, de repente metálica.
Veo, pero no logro discernir,
Desde esta existencia molecular
En que el átomo duele,
Y las lágrimas queman mis entrañas cansadas.
Veo los círculos de toda existencia,
Y las rotaciones en torno a lo divino,
Al núcleo, al sol, a Dios.
Todo gira, como gira el amor,
El odio es otra cosa,
Es algo extraño que sólo el hombre sabe discernir.
Estoy conversando con el centro,
Yo solo soy una partícula,
Vencible, débil y vulnerable,
Porque estoy aquí, donde te amo.
Oh!, mujer adorada y deseable,
No te resistas!
Por Dios, no te resistas!
Betzabet I
Estaba atento a las señales,
Mirando a diestra y a siniestra,
Y caminaba por un mundo sombrío,
Cuando de pronto aparecieron
Tus luceros verdosos de amor,
Ya supe que no viajaría solitario
En este planeta que se despedaza
Doloroso de terror y de terrorismo.
Tu silueta agraciada de curvas,
Tu mirada penetrante y tierna
Junto a tus palabras que me invitaban,
Me devolvieron el verbo herido,
Que en las noches de Agualuna
Me robaba la Pachamama,
Ahora mi palabra te pertenece,
Porque tú, sólo tú, habitas mi pensamiento.
Te veía venir lejana en el tiempo,
Encubierta en otros luceros claros
Que ya estaba amando apasionado,
Como amo ahora tus ojos claros de inocencia.
Los años que te llevo son mi experiencia
Que ingenua cohabita con mi desesperanza,
Déjame amarte eterno y profundo,
Como amo mi lucha cotidiana de milenios.
Romaneth VII
Sincronías de lo invisible,
Señales del más allá,
Mensajes envueltos,
Incomprensibles coincidencias,
Y todo eso, todo eso
Son ondas que traspasan
La frontera invisible...
Así se produjo nuestro re-encuentro
Amor, desde la noche de los sacrificios.
Eso es lo incomprensible para ti,
Ese lazo que no puedes discernir,
Eso es amor eterno...
Cuando los amores se callan
Y te seden el lugar
Para ti y sólo para ti,
Eso se llama: obediencia a la historia,
Obediencia a la sabiduría.
Cuando entiendas cómo funciona esta cosa,
Cómo gira el engranaje de la existencia,
Entonces, y sólo entonces,
Me amarás sin celos odiosos,
Esos odiosos celos que dañan sin razón.
Entonces, y sólo entonces,
Me amarás feliz,
Feliz como yo te amo a ti.
Es el minuto de ser grandes
Antes lo ignorábamos todo...
Y ahora que estamos en sintonía,
Ahora sé que no se trata de un sueño;
Nuestro crecimiento tiene un sentido:
Viene de lejos, viene de antaño,
Viene del primer amanecer,
Viene de cuando comenzó a latir el primer corazón.
Ahora se me acabó la inspiración,
Guerrera dorada y de luchas luminosas,
Mujer del nacimiento del día,
Y de la memoria muerta del tiempo.
La velocidad de moléculas
Tiene límites materiales,
La velocidad luminosa
Simplemente no tiene límites.
Ella puede alcanzar distancias inimaginables
Para la mente humanamente pensante,
Porque simplemente
Allí no existe la distancia,
No existe el tiempo del recorrido,
Ni menos aún, el cálculo.
Lo esencial, lo verdadero
Se juega en algunas horitas,
Es el momento...,
Es la hora...,
Es la ocasión
De ser grande,
Es la oportunidad de ser...
Los ciclos de la existencia
Nacimos con recursos naturales,
Un cuerpo potente o débil,
¿Qué más importa?
Para pasar por la vida nuestra.
Así nacemos, tú y yo, amada mía,
Así también nace el mundo.
Recursos fecundos,
Que en cada minuto nos sorprenden
Y nos dejan impávidos,
Pensativos, y aún más que eso...
El mundo surge, se ha dicho,
Del Big-Bang, y se sigue diciendo.
Nacimos violentos, y ya llorando,
Con el grito desgarrador de la madre,
Y morimos silenciosos,
Cuando la llama material de la vida se apaga.
¡Violento, tan violento!
Como la gran explosión de antaño.
Esa explosión de millones de siglos
Que violenta estremeció al espacio,
Incalculable por nuestra pequeñez;
Sólo fue un chispazo en el tiempo.
Porque el tiempo no tuvo inicio,
Y tampoco tendrá final.
Por eso digo con ganas de gritar:
El tiempo, el tiempo amada mía,
El tiempo solo existe en el tiempo,
Porque el tiempo sólo es ilusión y ensueño.
Así morimos, tú y yo, amada mía,
Así también el mundo rencarna.
Así nacemos, tú y yo, amada mía,
Así también el mundo rencarna.
Y cuando el tiempo gime y se agota,
Es cuando el eje gastado se rompe,
Y yo dejo de girar en tu búsqueda,
Es allí cuando me muero para no volver nunca más.
Es entonces que con la nueva explosión,
Nace el nuevo ciclo de una nueva existencia.
Y volvemos a nacer, amada mía,
Y el mundo vuelve a encarnar.
La estadía dura una chispa
Yo, materialista orgulloso,
Testarudo y fanático,
Me desangro en esto,
En este feliz descubrimiento
De tu existencia lejana,
Y de tu presencia repetida,
Mil veces encarnada,
Mil veces en esta vida,
En este ciclo carnal y humano,
Y después, como una chispa,
Nos vamos diluidos en el tiempo,
En el tiempo que no existe,
En el tiempo que solo es ilusión.
Sólo somos eso;
Una chispa fugaz
Que se prende repentina
Y se apaga feroz.
Pero que, en nuestra realidad,
Dura una vida,
Una existencia molecular
De sentimientos y de dolor,
De amor y de odio,
De ira y guerrear eterno
Eterno, feliz y triste.
Triste y hambriento de paz,
De paz y de batallares,
De batallas interminables
Por las colinas ensangrentadas
Por donde cabalgaba detrás de ti,
Amor que te diluyes en mi espera.
Por eso, amor mío,
Déjame amarte ahora y aquí,
Mientras estoy envuelto en carnes,
Con condiciones para hacerte el amor.
El tiempo no existe
La vida es un pasaje
Entre tantos otros.
La vida es corta,
Se dice. Pero es larga también.
El tiempo no existe,
El tiempo es neutro,
El tiempo puede esperar.
Así es la vida,
Queridos amigos,
Y cuesta cabalgar en ella,
Cuesta, pero vale la pena.
El tiempo es como un relámpago,
Está y se va, fugaz como la amo.
Cómo la amo ahora y aquí.
El tiempo, el tiempo no lastima,
Me mata y se burla de mí.
Allá el tiempo no existe,
Es por eso que dicen,
Tenemos todo el tiempo.
El tiempo es como el infinito;
No tiene límites ni fronteras,
Ni nada que duela,
Ni que lastime.
Aquí el tiempo es oro,
Aquí el tiempo vale y cuesta,
Aquí el tiempo tiene sustancia,
Por eso es que le pusieron precio.
De la materia nació el espíritu
Esto hizo lo otro
Y no lo otro hizo esto.
Fue un circular de cosas
Lo que creó el mundo invisible,
Todo nació de la materia,
En ella está la génesis
De la existencia total.
Este lado creó al otro lado,
Pero el otro lado está inmune
De las perversiones carnales.
Por eso, es que toma fuerza,
Y nos volvemos débiles y devotos.
Ustedes me ayudan en este peregrinar de cosas,
Y están allí, atentos y vigilantes
Y ponen en mi senda la felicidad
El gusto y el Amor,
El Amor que me hace grande.
¿Qué fue primero?
¿El átomo o la luz invisible?
¿Qué creó primero la existencia?
¿La materia o la divinidad?
No hay duda alguna;
De la materia surgió la energía
Que hoy dirige el universo.
Juanito, el guerrero silencioso
el periplo te llevó allá donde querías llegar
y te faltó camino para seguir caminando
a cada paso tuyo
yo te seguía en silencio
y el crujir de las piedras
alertaban mis sentidos.
querías devorar las distancias
y aprendiste a esperar
era la sabiduría del guerrero
la que se imponía ante el temblor de tus manos.
el sosiego fue tu arma,
la luz de tus ojos
alumbraron los senderos
por donde tenías que pasar
el cielo se estremecía
al verte transitar.
la distancia entre tú y yo
¿qué fue la distancia entre tú y yo?
espejismos en el horizonte
combatientes que jineteaban la esperanza
y círculos de tiempo en el espacio
que giraron en versos.
Los círculos viciosos de la existencia
Todo gira, y también giramos nosotros,
Como giran las estrellas,
Y la luna vestida de azul,
Y mi alma un poco desahuciada,
Por ti mi amor, por ti,
Y por la vida de mi alma,
Y por la muerte de mi cuerpo.
Todo gira constante y regular,
Como giras tú mi amor,
En este ir y venir, perenne,
En que me punza cuando estoy aquí.
Todo gira, como gira la ciudad,
Con sus hambrientos en las esquinas
Y los hombres de negocios que giran,
Y las prostitutas que buscan girando,
Como yo, Amor, como yo,
Que te busco atolondradamente rodando,
Y no te puedo encontrar.
Todo gira, como los electrones de mis átomos,
Cuando iracundo voy en tu búsqueda, Amor,
Para materialmente amarte. ¿Sabes?
Pues mi mente hace un alto en la espera.
Todo gira, como las ruedas del bus,
Que implacable rodaban robándome tiempo,
Cuando sólo podía amarte, largo y profundo.
Todo gira, como giraban las gotas de mi sudor,
Y la rueda solitaria de mi carretilla,
Cuando inserto allá arriba rodaba,
Rodaba ignorante de tu existencia lejana.
Así también giran las cosas al otro lado,
Porque todo es círculo y circular,
Como el cosmos y el átomo,
Como mi alma y tu alma, Amor.
Las cosas giran como gira la historia;
El nacimiento surge de un círculo indescriptible,
Y el renacimiento mana de una gran rueda
Cuando agotada deja de girar.
Entonces, naces tú y nazco yo, enamorados ya.
Y nos vamos por la vida, lejanos,
Pero, en la rodoviaria nos volvemos a encontrar.
Y así, eternamente, perpetuamente,
Todo, como tú, y, como yo, amor
Todo se reencuentra, todo se va,
Y todo vuelve, así, en un instante todo retorna.
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